viernes, 14 de enero de 2011

Pancho Ibáñez revelador: 'Me obligaban a dejarme el bigote'.

El exitoso conductor de televisión estuvo metido en la pelopincho de Diario Culo y contó apabullantes verdades sobre su último y más reconocido trabajo. Asevera que sus abogados están tomando cartas en el asunto.
"Mi problema fue firmar ese contrato sin leer la letra chica, ¿me entendés?", nos cuenta Pancho, recordando su primera visita a La Serenísima. "Me pusieron los papeles ahí, me apuraron, yo estaba sin laburo".
Al parecer el afamado bigotudo de la voz pulenta habría sido extorsionado y amenazado en reiteradas ocaciones. "Vos no sabés lo que es la mafia tambera, no son ningunos giles los muchachos de la leche", se defiende, en respuesta a las acusasiones de Jorge Rial del lunes pasado, cuando lo acusó de comerse los mocos en Intrusos. "Yo intenté apretarlos, pero me fue muy difícil"
Ahora que el contrato está terminado, y que la amenaza de los ejecutivos de La Serenísima es de público conocimiento, Pancho Ibáñez se desahoga y cuenta todos los secretos de sus productos.
"¿El Activia?", se ríe por la pregunta, "¿Sabés cómo se fabrica el Activia? Anotá. Agarrás un yogur cualquiera, el más barato. Le ponés dos o tres gotitas de esencia de ciruela, que la venden a dos mangos en cualquier despensa. Lo tirás en un taper a que le dé el sol, directo. Si es verano lo dejás una hora, no más. Si es invierno, qué sé yo, dos horas y media. Listo el pollo, lo enfrías, te lo tomás, y al otro día estás cagando que da calambre". No le tiembla el pulso al declarar, "Eso del Acti Regularis es chamuyo, puro. Y el Elecasei Defensis, o como se llame, minga... Es danonino con dos aspirinetas picaditas. Tengo pruebas"

Cuestión de Actitud

Su imagen siempre fue la del tipo serio, la del caballero argentino. Gran parte de su carrera se debió a esa faceta suya.
"Mirá, yo cuando laburo actúo, ¿entendés loco?", devela. "Yo hacía humor flashero, tipo Capusoto o el gordo Casero, pero no vendía, así que me dejé crecer el mostacho y salí a ganarme la vida con propagandas y programas serios. El otro día me crucé a Dieguito (Capusoto) y me decía, 'Pancho, Tiempo de Siembra re daba para hacer chistes del faso'. Tenía razón, pero no podía, por contrato", se lamenta el conductor. "Así como me ves, los sábados me junto a tocar la viola con unos amigos, tenemos una banda tributo a Zeppelin. Una avalancha lo que sonamos", canta un pedacito de Black Dog para convencer.
"El tema judicial es por prohibirme el corte de bigote", explica el porqué de su visita a tribunales. "¿Sabés lo que es, haberme fumado durante más de diez años que me gritaran por la calle? ¡Cortate el bigote, pelotudo! ¡Se te subrayó la napia!", se quiebra al contarlo. Toma agua de la pelopincho, antes de seguir. "Terrible. Sandra, mi psiquiatra, me está ayudando a superarlo".

Por Ignacio Taramuza, corresponsal.
Sección TV y espectáculos.